jueves, 5 de febrero de 2009

Entrada en calor o calentamiento previo



Con frecuencia hemos oído utilizar la palabra "precalentamiento" que es incorrecto por dos causas: 1º porque el prefijo "pre", significa "antes de" y lo que se está haciendo es actual; 2º porque hubo una errónea traducción del inglés"pre-exercise warning up"-calentamiento previo al ejercicio- que por comodidad se acorto a "prewarning up" y se tradujo equivocadamente como precalentamiento.

Se cree que la entrada en calor previa a la actividad mejora la actuación, la contracción y la coordinación muscular y evita lesiones.

En experiencias de laboratorio se observo que el calentamiento previo a la actividad ocasiona cierta disminución del periodo de latencia -tiempo entre la excitación y la respuesta-, con aumento de la velocidad de contracción y relajación muscular.

Normalmente la relajación muscular es 3 o 4 veces más lenta que la contracción. También se comprobo en el laboratorio que las primeras estimulaciones no producen una contracción total del músculo, sino que se necesita algún tiempo de estimulación contínua para obtenerla; podría ser que el aumento de la temperatura local actúe como un factor determinante de la mejor contracción muscular.

En la practica, la disminución de la temperatura muscular, reduce la excitación y la capacidad de trabajo. Además, durante el trabajo muscular tiene lugar un aumento de la temperatura local, que provoca vasodilatación y favorece de tal modo el intercambio entre la sangre y los tejidos activos.

La entrada en calor puede ser activa o pasiva. Es activa cuando se obtiene con la movilización muscular de todo o parte del organismo, en especial de aquellos músculos que van a competir; es pasiva cuando se realiza a través de agentes externos como los baños calientes, el calentamiento ambiental, la diatermia, los rayos infrarojos, las fuentes de luz, etc...
La entrada en calor activa es mas ventajosa para el atleta o jugador, puesto que moviliza a todos los órganos y provoca un aumento en el flujo sanguíneo muscular.
En la movilización pasiva, donde casi no se registra gasto energético, hay vasodilatación periférica cutánea, no muscular.

Algunos autores después de extensas experiencias, demostraron que la ejecución de actividades físicas en frió no aumenta las lesiones ni disminuye el rendimiento, y no encontraron por lo tanto diferencias en los grupos estudiados.
Sin embargo es indudable -fisiologicamente- que una buena entrada en calor determina un aumento de la ventilación pulmonar, y como consecuencia, un franco incremento del volumen minuto respiratorio; lo mismo ocurre con el volumen minuto cardiaco, pues aumenta la frecuencia y el volumen sistolico, hay mayor flujo sanguíneo en los músculos por vasodilatacion de los sitios activos y vasocontriccion en los lugares inactivos,como las vísceras. Todo ello tiende a lograr una mejoría en los intercambios gaseosos y de nutrientes, que favorecen una mejor combustión y mayor posibilidad de utilizar el metabolismo aeróbico, con el consecuente beneficio para el rendimiento muscular.

En una competencia, no debemos dejar de lado el factor psicológico del atleta o jugador que realiza movimientos para aflojarse y predisponerse mejor para la partida o comienzo.
Se recomienda que la entrada en calor sea de 15 a 30 minutos antes de cada sesión de entrenamiento y/o competencia y debe consistir en estiramientos, gimnasia suave y actividad formal, en ese orden.

Diego Enrique Alcázar

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